Soledad, cómo aprendizaje

Sales de casa de tus padres y llegas a un boliche gay en el que hay un montón de gente y piensas: ‘¿Esta es mi comunidad?’. Es la puta selva. Nadie le dijo nunca a “el” que dejara de actuar como afeminado. Pero él, igual que yo y que la mayoría, de algún modo se lo aprendió, tendemos a mirar nuestros mismos defectos en los otros... “Nunca me preocupó que mi familia fuera homófoba” escucho por ahí y pienso, ¿cómo no importarte si uno es su familia? Ahí es el inicio de todo, y nuestros padres jamás nos dejaran a la deriva, puede haber discusiones, peleas, pero ellos son los que van a estar al lado nuestro en las buenas y en las malas.
A medida que vamos creciendo vamos aprendiendo a gestionar los amaneramientos para tratar de ser parte de esa sociedad, tratamos de que los demás no se den cuenta que somos gays, cómo si eso fuera malo… como dije en el post anterior hay que saber aceptarse tal cual uno es, de eso se trata. Ahora de grande trabajaba muchas horas, llegaba a casa agotado, comia, tomaba mi vaso de coca y empezaba a navegar por las aplicaciones para conocer a un hombre con el objetivo de encontrar a alguien que me invite a pasar un buen rato, me pase años asi… eso se convirtió en un hábito, tan vacío y aburrido que me hacía mal.
Luego, con el tiempo y algunas cosas que sucedieron en mi vida en estos últimos dos años, aprendí a conocerme más, a quererme más, y decidí hacer este blog, el cual lleva mi nombre y mi “marca” personal, donde pretendo expresar mis curiosidades, mis vivencias, experiencias. Y debo decir que ya se superó las 200 visitas y eso que no lo promocione… gracias por sus visitas y comentarios.

Sexo con tratamiento antirretroviral

En el reciente encuentro, en la Conferences on Retroviruses and Opportunistic Infections, se ha revelado que las personas bajo tratamiento antirretroviral tienen un alto índice de no contagiar a sus parejas sexuales.
Hace poco se determinó que el 96% de las personas TAR no podían trasmitir el virus, pero este estudio se había realizado en parejas heterosexuales, ahora, que se ha incluido en el estudio el sexo anal, se pudo evaluar lo que pasa entre parejas gays. Para esto se examinó a 1100 participantes, donde un 40 por ciento eran hombres que tenían relaciones sexuales con otros hombres.
Los participantes de este estudio tuvieron relaciones sexuales sin ningún tipo de protección y de las 16400 veces que se mantuvo sexo gay, fue documentado que en ninguna se transmitió el virus.
Esto no significa que sea imposible que una persona bajo tratamiento no sea capaz de trasmitir el virus, por eso aún se recomienda la protección de cualquier tipo a la hora de tener sexo con una persona TAR. Lo gratificante del estudio es que, hasta el momento, una persona TAR siga gozando de su vida como cualquier otro individuo. Y, que los estudios llevados hasta el momento mediante este método, pueden ayudar a combatir la epidemia del VIH a nivel mundial.
Para cerrar este post, no está de más decir: “más vale prevenir que lamentar”. Hay preservativos de todos los precios y sabores, por eso, úsalo siempre.

El apego

Los seres humanos vivimos atrapados por una perversa paradoja. Y ésta se revela, sobre todo, en nuestra manera de relacionarnos con todo lo que podemos ver, tocar y disfrutar. En un primer momento, sufrimos por querer lo que no tenemos. El deseo nos lleva a poner nuestro foco de atención en alguien o algo muy concreto, como por ejemplo la persona que nos gusta, el trabajo soñado, más tiempo libre o un auto último modelo.
Sin embargo, por el camino nos olvidamos de nosotros mismos, de lo que verdaderamente necesitamos. Y al obsesionarnos con el objeto de nuestro deseo, de forma inconsciente terminamos idealizándolo. De hecho, llegamos a creer que cuando lo obtengamos nos proporcionará la felicidad de la que carecemos. La paradoja surge cuando finalmente conseguimos eso que tanto anhelamos. Por muy absurdo que parezca, de pronto comenzamos a sufrir por miedo a perderlo, a que nos lo estropeen, a que nos lo quiten. Y este temor contamina nuestra mente y nuestro corazón con dosis diarias de ansiedad, nervios y preocupación, atascándonos en un callejón sin salida: no podemos vivir felices con ello ni sin ello…
Detrás de nuestros deseos y nuestros miedos se esconde uno de los virus más letales que atenta contra la salud emocional de nuestra especie: el apego. Según la Real Academia Española significa “afición o inclinación hacia alguien o algo”. Popularmente, también se considera sinónimo de “afecto, cariño o estimación”. Pero estas definiciones tan sólo ponen de manifiesto lo poco que conocemos a este gran devorador de nuestra paz interior.
De hecho, hay quien dice que el apego es “natural” y “sano”, pues es una muestra del “amor” que sentimos por aquello a lo que vivimos apegados. E incluso algunos afirman con cierto orgullo que “cuanto más apego se tiene, más se ama”. Pero nada más lejos de la realidad.
Y entonces, ¿qué es el apego? Podría definirse como “el egocéntrico afán de controlar y poseer aquello que queremos que sea nuestro y de nadie más”. Estar apegado a alguien o algo también implica “creer que eso que nos pertenece es imprescindible para nuestra felicidad”. Sin embargo, provoca en nosotros el efecto contrario. Más que unirnos, el apego nos separa de lo que estamos apegados, mermando nuestro bienestar y nuestra libertad.
“Sin ti no soy nada”. “Lo mejor de mí eres tú”. “Necesito saber que me deseas”. “No puedo pasar un día entero sin saber de ti”. “Soy celoso porque te amo”. “Por ti sería capaz de matar”… Por muy románticas que puedan sonar, este tipo de frases hechas suelen pronunciarse en el seno de una pareja envenenada por el apego.
Al creer que nuestra felicidad depende de la persona que queremos, destruimos cualquier posibilidad de amarla. Bajo el embrujo de esta falsa creencia, nace en nuestro interior la obsesión de poseerla, de garantizar que esté siempre a nuestro lado. Y el miedo a perderla nos lleva a tomar actitudes defensivas y conductas preventivas. Es entonces cuando aparecen los celos. Etimológicamente, esta palabra proviene del griego “zelos”, que significa “recelo que se siente de que algo nos sea arrebatado”. Son un síntoma que revela que vemos a nuestra pareja como algo que nos pertenece.
Además, al estar apegados ya no la amamos por lo que es ni respetamos lo que le gusta hacer, sino que intentamos cambiarla y ponerle límites. Y así el conflicto está garantizado, manchando nuestra relación de tensiones y resentimientos. Curiosamente, el mismo apego que nos ha separado, a veces nos mantiene unidos por temor a quedarnos solos, a lo que digan los demás… Ya no hay amor, pero estamos enganchados por el invisible pegamento que derrama sobre nosotros el apego.
Llegados a este punto, ¿es posible vivir sin apegos? Por supuesto, pero es una hazaña que requiere comprender que lo que necesitamos para ser felices está dentro de nosotros y no fuera. Y “ser felices” quiere decir que ahora mismo, en este preciso instante, “estamos a gusto, cómodos y en paz con nosotros mismos”. Es decir, que somos felices cuando en el momento presente –justo donde nos encontramos– “sentimos que todo está bien y que no nos falta de nada”. La trampa consiste en creer que algo externo, vinculado con el futuro, nos dará lo que nosotros no nos estamos dando aquí y ahora.
Sólo mediante este bienestar y equilibrio internos podemos cultivar el desapego en nuestra relación con todo lo demás. Al estar llenos por dentro, ya no esperamos nada de afuera. Tan sólo compartimos lo que somos, mostrándonos agradecidos de recibir lo que otras personas y la vida nos quieran dar. Si reflexionamos detenidamente, nos damos cuenta de que nada ni nadie nos pertenece. Sea lo que sea, tan sólo gozamos del privilegio de disfrutarlo temporalmente. Más que nada porque todo está en permanente cambio. De ahí la inutilidad del apego.
Así lo refleja una historia sobre Alejandro Magno. Se cuenta que encontrándose al borde de la muerte, el gran emperador romano convocó a sus generales para comunicarles que quería que su ataúd fuese llevado en hombros, transportado por los propios médicos de la época. También les pidió que los tesoros que había conquistado fueran esparcidos por el camino hasta su tumba. Y por último, les insistió en que sus manos quedaran balanceándose en el aire, fuera del ataúd, a la vista de todos.
Asombrado, uno de sus generales quiso saber qué razones había detrás de tan insólitas peticiones. Y Alejandro Magno le respondió: “Primero, quiero que los más eminentes médicos comprendan que, ante la muerte, no tienen el poder de curar. Segundo, quiero que todo el pueblo sepa que los bienes materiales conquistados, aquí permanecerán. Y tercero, quiero que todo el mundo vea que venimos con las manos vacías y que con las manos vacías nos marchamos.”

Promiscuidad

Promiscuo es como se define a una persona que tiene sexo con varias personas. Las definiciones no especifican cuantas personas en cuanto tiempo te hacen promiscuo. Todo parece depender de a quien le preguntes. Si le preguntas a un buen amigo si los 4 chicos con quien has estado en el último mes te hacen promiscuo, es posible que te diga que no, que todos estaban buenos y que no estuviste con ninguno de ellos a la misma vez. Si le preguntas al cura te dirá que si estas con más de uno, ya eres promiscuo. Así que parece que siempre habrá un componente moral, de opinión. En esta ocasión te plantearé que el problema no es con cuantas personas compartas, el problema es como lo haces y porque lo haces.
Aún así podemos reconocer que las opiniones sobre la gente promiscua no es buena. Lo que puede ser la mayor critica hacía las persona catalogadas como promiscua es que te puede ubicar en mayor riesgo de contagio con ETS y VIH. No se puede negar que mientras compartas con más personas, mayor puede ser la probabilidad de contagio. Pero la probabilidad de contagio no depende de las personas con quienes compartas, depende de si te proteges o no. Pudieses estar con 4 personas en un mes, una por cada fin de semana, y protegerte en todas las ocasiones, y no tener mayor riesgo. Protegerse significa utilizar condones o profiláctico y no envolverte en actividades de mayor riesgo. Aquí hay una idea engañosa. Puedes estar solo con dos personas en 6 meses, pero si no te protegiste, tienes mayor riesgo de contagio que quien lo hiso con 12, pero siempre se protegió. Por ejemplo, un riego alto de contagio es el del hombre casado que solo lo hace una vez cada 6 meses, pero dado que es algo que no maneja bien, se tiene que intoxicar para hacerlo, y no se protege. El problema no es con cuantas personas lo haces, el problema es cómo lo haces. Si lo haces con solo 3 personas pero no te cuidas, eso sí es problema.
De igual manera, si tienes sexo con muchas personas diferentes pueden decir que eres fácil, una cualquiera, una puta. Aunque en este juicio hay una doble vara. Si eres muy atractivo, tienes un pene grande, te defines como activo, y haces sexo con mucha gente diferente; puede que te miren mal, pero no tan mal. Puede inclusive que aunque te critiquen, hagan fila por ti. Te adjudican el papel del macho, del chongazo. Pero si no eres tan atractivo, y eres pasivo, ahí sí que te tratan muy mal. Te dirán Puta, fácil, ramera, barata. En esto se les cuelan los prejuicios, el machismo, el sexismo, y la homofobia. Si fuese malo estar con muchas personas no debiese importar tu apariencia, ni el tamaño de tu pene, ni los roles.
Por otro lado, si te llaman puta, pero siempre usas protección, ¿De quién se supone que sea el problema? ¿Si te sientes bien haciéndolo y no pones en riesgo tu salud y bienestar?, ser puta o no es tu problema. A menos que te envidien por tener mucho sexo; entonces es problema de quien así te llama. Una cosa es ser promiscuo y otra cosa es no respetarse. Puedes ser promiscuo, tener sexo con varias personas, pero conservas tu respeto propio. Respetarse es no hacer cosas que con las que no estás de acuerdo, es no hacerte daño o ponerte en riesgo, aunque compartas con personas diferentes.
Aquí deseo establecer una diferenciación entre tipos de personas promiscuas. Están los que podemos llamar promiscuos activos, que son los que tienen sexo con muchas personas pero interesan mantener control sobre lo que se hace. A diferencia del promiscuo pasivo que disfruta de que lo usen. En esta diferenciación el activo preserva el poder de lo que hace y como lo hace porque es quien decide. Pero si caes en la categoría de promiscuo pasivo, o sea, buscas que te usen, puede que estés concediendo mucho del poder que tienes para decidir. Esto no tiene nada que ver con roles o preferencias de penetrar o ser penetrado. Puedes definirte como activo, desear penetrar, pero que sea el otro quien decida como hacerlo. De igual manera si deseas que te usen, y el otro sujeto quiere penetrarte sin condón, debieses al menos conservar el poder de exigir protección. Si no lo haces, o el otro no quiere usarlo, ninguno de los dos se respeta. Entonces el problema no es ser promiscuo, el problema es no respetarse.
Se dice también que tener sexo con muchas personas diferentes puede no ser bueno para tu salud emocional. Se argumenta que el compartir con personas diferentes puede confundirte, deprimirte, minar tu auto estima. Sin embargo, si has decidido salir con varias personas, has decido no estar con nadie estable en este momento de tu vida, y solo buscas placer, ¿Cuál es el problema? Lo importante es estar claro en lo que haces, y lo que buscas. Somos dueños de nuestras vidas, y de nuestros cuerpos, lo importante, otra vez, es no ponerte en riesgo, no hacerle daño a nadie, y no engañarte a ti mismo.
El problema puede ser cuando comienzas a tener conducta promiscua buscando pareja. Ahí debes tener cautela. Una buena pareja sexual no es necesariamente una buena persona con quien compartir otras cosas. Si lo que buscas es amor, puede que te frustres mucho, vivas muchos desengaños, e inclusive, puedes deprimirte. ¿Aunque quién sabe? Quizás tengas suerte y encuentres pareja adecuada para ti. Pero si lo que quieres es pareja, también debieses buscar en otros sitios que no sean la cama. El problema no es la cantidad de personas con quien tienes sexo, el problema es lo que buscas en ello, o con que propósito lo haces.
Un punto que debes considerar es que todo lo que hagas tendrá consecuencias. Una cosa es la promiscuidad y otra cosa es el maltratarte. Debes recordar que necesitaras tu cuerpo para otras cosas que no tienen que ver con el sexo. Así que si decides tener sexo con varias personas, y sobre eso, te maltratas y/o te dejas maltratar; la vida te la cobrará. Serás como el sujeto lleno de arrugas, con múltiples problemas serios de salud, con solo 35 años de edad.
Una vez más, el problema no es con cuantas personas compartes, el problema es como lo haces, si no te proteges, si no te respetas, si no cuidas tu cuerpo y tu salud.
Pero tengamos algo claro, si tienes sexo con múltiples personas, y haces todo lo que te sugerí aquí que NO hagas, quizás tengas problemas, en cuyo caso deberás buscar ayuda.

Confía, en vos mismo

Día a día nos conformamos en vez de arriesgarnos, sin pensar que cada día que pasa, no volverá. Nada está escrito, nada es imposible, ni siquiera posible… todo depende de nuestra voluntad, de esas fuerzas que nos salen de adentro, esas que conocemos cuando estamos bien en el fondo, es decir de adentro es decir que puedo afrontar cada  que en la vida se nos presenta.
Tenemos el poder cuando estamos convencidos, cuando estamos decididos, cuando de verdad queremos algo. No hay obstáculo capaz de imponerse, si queremos podemos llegar más lejos, si queremos podemos llegar más alto, si queremos podemos hacer lo que sea… “sólo hay que proponérselo”…
La vida es algo hermoso, siempre y cuando la hagas a tu manera, sin dejar que nada ni nadie opine por ti, que se meta en tus asuntos queriendo arreglarlos. Nunca dejes que nadie te arruine la vida.
La vida es una sola, vívela paso a paso y no dejes de hacer nada, probablemente te arrepientas y cuando te des cuenta será demasiado tarde. Tampoco dejes de vivir los sueños y las ilusiones, sin ellos , la vida no tiene sentido, no pierdas las esperanzas,  trata de ir siempre de frente, sin vueltas…
No confíes en toda la gente que te rodea, a veces piensas que es la mejor persona del mundo, y en realidad es un verdadero enemigo.
Anda siempre con la verdad, por más dolorosa que sea, de todas formas vale mucho más que una mentira.
Si algún día te sientes solo, y tienes ganas de llorar, hazlo, muchas veces ayuda a que te desahogues.
Ante cualquier problema; no huyas por miedo a enfrentarlo, y nunca olvides esto: Lucha como si fueras a vivir siempre y vivo como si fueras a morir mañana...
Tenemos el poder cuando estamos decididos, cuando estamos convencidos, cuando de verdad queremos algo no hay obstáculo capaz de imponerse si queremos, podemos llegar alto. Hacer lo que sea... solo hay q proponérselo... si sueñas con ser el mejor del mundo si sueñas con los aplausos si sueñas con ganar campeonatos... Despiértate dentro de ti hay 206 huesos y mas de 700 músculos esperando, solo falta tu decisión, tus ganas de jugar como nunca, enfréntate a tu destino. No seas solo un espectador pide la pelota y créete su dueño exígete mas y mas vive sin mirar qué día es hoy, corre cada día un poco mas lejos, salta cada día un poco mas alto, conviértete en tu propio ídolo.
Vos podrás dar vuelta el marcador cuando éste no te acompañe, no esperes nada de los demás y cuando sientas que cada tanto depende de ti se fortalecerá tu espíritu... y poco a poco las voces se convertirán en ovación y tus respiros se llenaran de logros y tu vida de sentido.

Adiós

Es increíble que en un momento podemos imaginar gran parte de nuestra vida unida a una sola persona. Le atribuimos un halo de fantasía, proyectamos todos nuestros deseos en alguien y en otro momento simplemente ya no. Desaparece el “amor” inicial. Puesto en perspectiva es trágico, pero muchas veces inevitable y cuando nos encontramos en esa situación surgen dos posibilidades: continuar mientras se busca una nueva forma de amar o desistir y decirle “adiós” a quien alguna vez quisimos.
Esa idea es constante en la actualidad y explica gran parte de los miedos que tienen las personas hacia el compromiso. La concientización que tenemos sobre las relaciones interpersonales nos motiva a alejarnos de una conexión porque sabemos que eventualmente el amor se acabará, pero ¿por qué sucede eso?. Con esa aproximación también sabemos que enamorarse no es un fenómeno metafísico, sino una serie de reacciones químicas dentro de nuestro cerebro. Algunos científicos afirman que posiciona al sujeto en un estado cercano al de la demencia. Al activarse la dopamina, hormona relacionada con el placer, el cerebro se ve inundado y no funciona de manera normal. Se desarrolla una sensación de bienestar cuando se entra en contacto con otra persona y el proceso es similar al de la drogadicción. Tales consecuencias incluso provocan que la definición de “amor” se refiera a un sentimiento que parte de nuestra propia insuficiencia. La reacción es tan fuerte que nos hace sentir como seres incompletos. Pero como cualquier elemento, después de ser “presionado” durante mucho tiempo, pierde su efecto. El amor tiene una duración promedio de uno a cuatro años.
Cuando nos “desenamoramos” nuestro cerebro comienza otro proceso químico. Como si de pronto alguien le quitara todo el brillo a un diamante comenzamos a ver más “claramente”. Por su parte Leonardo Palacios, neurólogo de la Universidad del Rosario, asegura que la dopamina eventualmente deja de producirse cuando estamos con esa persona o pensando en ella y nos situamos en una realidad más objetiva.
A diferencia de las drogas, el amor –en gran porcentaje de los casos– no puede generarse con mayores dosis y su trabajo se ve finalizado. Así se desarrolla una nueva definición del amor o aquel sentimiento que se ha tenido con la otra persona. Ya que desapareció el desenfreno sexual y la abrumadora pasión, se da paso a un sentido más racional en el que se elige establecer un lazo más lógico o si todo lo que se ha construido debe derrumbarse.
Avanzar o no en una relación en el deseo también ha escapado influye la química del cerebro según los científicos. Dos hormonas se liberan cuando comienza la creación de un proyecto de vida: la oxitocina, que se enfoca al bienestar a largo plazo y la vasopresina, que actúa como analgésico natural. Ambas sirven como ayuda en el desarrollo de una relación que ya no tiene como base fantasías ni un exceso de apego.
A pesar de que no es tan común, sí es posible mantener el amor “inicial” durante un gran periodo dependiendo de la personalidad de los sujetos, la naturaleza de sus interacciones, profesiones, experimentaciones y demás temas que conciernen a los intereses de cada relación.
Como humanos vivimos procesos aflictivos a lo largo de nuestra vida y no tienen que verse interrumpidos necesariamente; se pueden convertir en continuaciones de eventos anteriores. “Desenamorarse” es una experiencia normal y no siempre terminará en tragedia, es una oportunidad de redescubrir a la persona pero con una perspectiva más transparente.
Gastamos tiempo pensando en las razones que nos llevan a conectar con una persona y mucho más en por qué nos separamos, cuando la ciencia tiene la mayoría de las respuestas. Las explicaciones están dentro de nuestros cuerpos y los químicos encargados de todos nuestros procesos mentales.
Si continuaramos en una cavilación más profunda sobre lo que son las relaciones humanas descubriremos que en realidad sólo el amor con lógica es lo único que le da sentido al universo y eso nos debería bastar. Y como bien dijo Gustavo Cerati en un tema maravilloso: “poder decir adiós es crecer…”.

Suicidio

Este estigma en los portadores del VIH sigue más vivo que nunca, y aunque hace ya más de 30 años que se estudia cómo curar y prevenir su contagio, nuestra sociedad ha heredado el gran rechazo que tuvo esta enfermedad en los años 90. Hace poco salió a la luz un estudio realizado en Reino Unido entre más de 90.000 personas que demuestra que las personas con VIH son el doble de propensas a suicidarse en comparación con una persona que no tenga el virus. Según el estudio, el 2% de las personas con VIH se han suicidado, el doble del equivalente en la población general. Por lo visto, la mayoría de suicidios tienen lugar justo después del diagnóstico. Es decir, que cuando les dan la noticia de que tienen el VIH, muchos no pueden aguantar más, y 4 de cada 10 personas se suicidan en ese momento.
Los hombres son más propensos que las mujeres, dentro de las personas diagnosticadas con VIH, y la conclusión a la que llegan es que el estigma sigue muy presente, ya que la gran mayoría de suicidios tienen lugar en el primer año tras el diagnóstico.
Este dato nos debe despertar como sociedad a la hora de pensar en cómo tratamos la enfermedad en la sociedad en conjunto. Es muy importante que rompamos los tabúes, hablemos de ello y no lo convirtamos en un tema apestado o complejo que mejor queda “debajo de la alfombra”. La visibilidad de personas con VIH les hará sentirse más seguros e integrados en la sociedad, y apartarlos por miedo y desconocimiento es actuar igual que lo hacen los homófobos o los transfóbicos que piensan que les vamos a contagiar la homosexualidad o la transexualidad solo por coincidir con nosotros en un lugar.
Por supuesto, esto también nos recuerda lo importante que es llevar a cabo una vida sexual sana y sobre todo segura. Si tienes múltiples parejas, no te olvides testearte a menudo. Infórmate y busca un punto en el que te hagan un test rápido, te asesoren en lo que necesites y, sobre todo, ten cuidado. Pero las cosas pasan, y si te contagias de VIH, no pasa nada. Cambiarán cosas en tu vida, pero no debes obsesionarte, sino informarte, rodearte de gente que te apoye y seguir con tu vida perfectamente.
Lo que está claro es que hoy en día mata más el estigma del VIH que el propio virus.

Sin actividad sexual en la pareja

Este post me lo inspiro un ex amigo, recordando sus infidelidades pensé en las parejas gays de hoy en día, de como sufren mucha presión por mantener su vida sexual fresca y excitante, contrario al clásico estereotipo en donde se afirma que las parejas de hombres son muy sexuales, debido a eso, a que son dos hombres. Sin embargo, muchas parejas de hombres gay en relaciones de largo tiempo se quejan por no tener sexo durante largos períodos de tiempo (si lo abre escuchado una y otra vez como se quejaba de eso, jaja), inclusive eso los lleva a buscar sexo fuera de la relación, o solamente son sexuales el uno con el otro cuando hay un tercero. Estas parejas se cuestionan si realmente son el uno para el otro, si es que no pueden mantener su vida sexual viva. Esto es más común de lo que se imaginan e involucra a todo tipo de parejas, no solo las gay, ya que la excitación sexual baja después de los primeros dos o tres años de la relación.
Estar viviendo esta etapa es la puerta para buscar una nueva pareja y volver a comenzar el ciclo de estimulación que provoca un nuevo amor, algo que se puede explicar químicamente y produce un efecto como si uno estuviese drogado. En realidad, lo están, ya que el flujo sanguíneo se llena phenylethalimina, dopamine, norepinephrina, todos estimulantes naturales que erradican el dolor, baja la ansiedad y muestran un mundo más brillante y renovado, pero sobre todo altera la excitación sexual y el deseo.
Después de esta etapa vienen otras, la de la lucha de poderes, en donde la pareja comienza a tener problemas de comunicación y baja el interés sexual, esto lleva a romper con la relación, para luego regresar y tener una mini etapa de volver a sentir el deseo sexual el uno al otro, posiblemente por el miedo y el riesgo de perderse.
Otro elemento importante es cuando hay discrepancia en el deseo sexual o líbido, algo que también es demasiado común en las parejas. Normalmente uno tiene más deseo que el otro, y durante la etapa del enamoramiento esto se equilibra, para luego, con la seguridad y lo cotidiano, regresar a sus niveles naturales. En esta etapa es común que uno culpe al otro, sin entender bien la dinámica fisiológica que están sufriendo. Comienzan a pelear, discutir y lastimarse el uno al otro, lo que detiene definitivamente el deseo sexual.
El problema que surge al detener el tener sexo por largos períodos de tiempo es que la pareja crea un nuevo patrón de comportamiento, volviéndose más como amigos o hermanos, y menos como amantes, algo que se conoce como anorexia sexual. La anorexia sexual se describe como “un estado obsesivo en donde evadir el sexo, mental, física y emocionalmente, domina la vida del que lo sufre“. El que lo padece evita el sexo, encontrándolo repulsivo, lo que es muy diferente a tener un bajo líbido, o simplemente no estar interesado en él. Pero hay muchas cosas que se pueden hacer para evitar llegar a esta etapa o incluso superarla, fíjate si te sirven estos tips que aquí te dejo para mejorar y mantener una vida sexual sana en tu pareja.

- 1 Planeá tiempo para tener sexo: muchas parejas insisten que eso no se debe planear, que debe suceder natural y espontáneamente, sin embargo, el planearlo puede ayudar a anticipar el estar juntos, haciendo de la experiencia por venir más excitante.

- 2 Enfócate en los detalles que te atraen de tu pareja: si sientes que tu pareja no te es tan atractiva como al inicio, quizá ha ganado peso, perdido cabello, o simplemente no te parece tan atrayente como al principio, entonces enfócate en lo que si te gusta, quizá sus genitales, su cabello, sus pies, sus manos, su forma de besar, su mente, etc.

- 3 Reviví y compartí aquellos deseos y fantasías vividas en el pasado: puede ser una experiencia o una fantasía vivida en el pasado, esto puede sin duda encender la llama y revivir momentos de excitación, compartí cuando te masturbas, incluso háganlo uno al otro…

- 4 Vean pornografía juntos: este afrodisíaco puede revivir el deseo sexual, no hay nada de malo en ser estimulado por algo fuera de la relación si eso ayuda a regresar la energía sexual a la pareja, tomando en cuenta que esto no se vuelva la única manera de poder tener sexo juntos, al menos que uno de los miembros sea celoso, en cuyo caso no es muy recomendada.

- 5 Considera abrir la relación: muchas parejas gay después de 5 o 7 años deciden hacerlo, hay estudios que afirman que el 75% de las parejas gay no son monógamas, sin embargo, para que esto funcione, tiene que haber mucha comunicación y acuerdos, para que ambos tengan claro que ninguno está siendo infiel o haciendo nada en secreto. Esta franca apertura ayuda a las parejas a reactivar el deseo sexual hacia el otro.
Juego de roles: se trata de discutir con tu pareja tus más oscuros y profundos deseos sexuales y darle rienda suelta a ellos, quizá les gustaría ser ligeramente golpeados, o humillados, quizá tengan un fetiche con los pies o las axilas, lo importante es que solo hagan esto cuando se sientan bien el uno con el otro, ya que el objetivo es conectarse, no desconectarse.

- 6 Hace cualquiera cosa menos tener sexo: después de una larga temporada de no tener sexo, ir directamente a ello puede no ser la mejor opción. Pueden comenzar por darse masajes el uno al otro, tomar un baño juntos, quedarse desnudos juntos, besarse, darse de comer el uno al otro, y un sin fin de opciones, lo importante es no tener sexo. Si ambos honestamente deciden finalmente hacerlo, está bien, pero no debe haber ninguna presión para ello.

Las parejas gay que no están teniendo sexo por largos períodos de tiempo pueden hacer muchas cosas para salir del aislamiento y darse cuenta que lo que les está pasando es más común de lo que se imaginan. Seguir estos consejos pueden ayudar a no tener que dejar la relación que siempre  buscaste y te hace feliz. Hasta el próximo post. 

Amor con HIV

Una persona que vive con VIH tiende a aislarse y a evitar las relaciones sentimentales asumiendo que pasarán solos el resto de su vida o desechando la posibilidad de una relación con una persona de distinto estado serológico. La idea de transmitir el VIH a una pareja resulta tan aterradora que muchas personas deciden dejar su lado su vida sentimental y/o sexual. Afortunadamente, hoy disponemos de múltiples recursos para que el riesgo de transmisión sea prácticamente nulo: desde el clásico condón a la PrEP, la PEP o el mismo tratamiento antirretroviral que hace una persona sea indetectable, por lo que el VIH no debería ser un obstáculo para mantener una relación con cualquier persona.
Es habitual que a una persona con el virus le asalten dudas y miedos cuando inicia una relación sentimental. La pregunta es ¿cuándo y cómo revelar el estado serológico? ¿Cómo lo afrontará la otra persona? ¿Cuál será su reacción? Esta situación puede provocar auténticos estados de ansiedad y también es la causa por la que las personas con VIH evitan las relaciones sentimentales. Develar el estado serológico es una decisión personal que sólo compete a la persona que vive con el VIH. Desgraciadamente, no existen normas sobre cómo actuar, y hay tantas posibilidades como personas. Pero siempre teniendo en cuenta que: develar el estado serológico es una decisión personal que sólo compete a la persona seropositiva, y que el momento correcto para decirlo es cuando se siente que se está preparado para hacerlo.
No siempre se acierta con la reacción de la otra persona. A veces piensas que te va a rechazar y no es así y en ocasiones crees que se trata de una persona razonable y que será comprensivo con la situación y su respuesta resulta ser todo lo contrario. El sentimiento de culpa es clave en la mayoría de los casos. La persona con VIH se siente responsable de llevar una carga y de ocultar algo a la persona que quiere, y el momento de “soltar la noticia” puede ser aterrador.
Desgraciadamente, las respuestas habituales pasan por un “eres un mentiroso”, “me lo tenías que haber dicho antes” o “no quiero saber nada de ti”. Hay personas que necesitan un tiempo para reflexionar, probablemente porque es la primera vez que se ven esa situación y nunca se la habían planteado antes, y también hay personas que comprenden la situación y que no le dan más importancia que la que realmente tiene.
Una persona con VIH lleva un estilo de vida completamente normalizado. Cada vez son más las personas que comprenden que vivir con VIH no es una sentencia de muerte y que se puede llevar un estilo de vida totalmente normalizado, asi como disfrutar de una sexualidad plena. Si lo piensas bien, la idea de que una persona haya podido gestionar su problemática en una experiencia de aprendizaje vital para salir reforzado positivamente, puede ser seductor para muchas personas. De manera frecuente, las personas con VIH tienen parejas que no viven con el virus lo que se denomina parejas serodiscondantes. Las personas en relaciones serodiscordantes se enfrentan a la misma problemática que otras parejas. Sin embargo, suele darse un pequeño conflicto de intereses: la persona seropositiva tiene miedo a contagiar a la negativa y la negativa se esfuerza en cuidar a la seropositiva. Esta situación tiende a normalizarse a medida que la pareja se acostumbra a la situación.
Pensar en sexo como via de transmisión del VIH más que en el potencial de expresión humana y de bienestar emocional es limitar nuestro desarrollo como personas. El sexo es muy importante en una relación íntima, pero pocas parejas se sustentan únicamente de ello a largo plazo. Además, las múltiples expresiones de la sexualidad junto con los métodos de prevención nos permiten encontrar muchos espacios comunes donde sentirnos cómodos y seguros. 
Al fin y al cabo, tener una relación sana con una persona con VIH no difiere tanto de tenerla con una persona seronegativa. Tratar de tener discusiones abiertas acerca de los deseos, miedos y limitaciones y ponerse de acuerdo con las maneras de expresarse sexualmente, afecta a todas las relaciones en general, a cuidarse y disfrutar, de eso se trata la vida.

Sexo

Durante el orgasmo se aumenta el volumen de oxitocina y endorfinas que nos permiten conciliar el sueño y reducir los niveles de estrés. Los sexólogos han indicado que no tener sexo constantemente ocasiona que nos descuidemos, disminuya la actividad física y sobre todo comencemos a comer mal. Hay que tener en cuenta que el no tener sexo tiene varias implicaciones mentales y físicas. A saber:
1. Entre menos sexo practiques más peso obtendrás.
2. Al tener sexo frecuente logramos tener un cuerpo más tonificado.
3. Las personas que tiene poco sexo pueden sufrir de depresión.
4. Tener sexo varias veces a la semana evita que los niveles de estrés suban.
5. La mejor terapia para estar seguras de su cuerpo es tener sexo frecuentemente.

Comodidad en la ropa interior

Sabías que mitad de los hombres lleva ropa interior con agujeros o desgastada?.
¿Y sabes porqué? A los hombres les cuesta despedirse de su ropa interior, aunque ya tenga agujeros...
¿Te suena esto?. A todos se nos ha ido estirando el elástico, desgastando o incluso rompiendo nuestra prenda interior favorita, pero no pensábamos que tantos hombres siguieran llevando ropa en estados lamentables, pues es así.
Según una encuesta el 45% de los hombres lleva ropa interior vieja, desgastada y hasta con algún agujero. ¿Por qué? Las razones de esta dejadez por parte de los hombres son fundamentalmente en que no prestan atención al cuidado de la ropa interior. Otros creen que sus calzoncillos viejos son más cómodos que unos nuevos, o tienen cariño especial a determinadas prendas, es que en definitiva los hombres somos más sencillos en este tema.

Antes del sexo

El resultado de un encuentro sexual depende de diversos factores, como por ejemplo la química preexistente entre ambos. Sin embargo en ocasiones, la expectativa generada por la cita puede provocar la toma de decisiones no del todo atinadas, lo que impactaría de lleno en el clima y también en el desempeño sobre las sábanas. Aquí te dejo unos tips para tener en cuenta:
1. No comas alimentos picantes: no sólo los alimentos picantes causan hinchazón o acidez, incómoda, sino que determinados residuos puede permanecer en manos y boca y de allí ser trasladados a los genitales de la pareja. Se puede provocar una fuerte irritación.
2. No corras al baño para una afeitada o depilación de emergencia: si dedicás esta práctica a la zona de las piernas, por caso, podés exponerte a una fuerte incomodidad y molestia. Lo conveniente es anticipar esto con un día de anticipación.
3. No te centres en tus “imperfecciones”: es importante ignorar los pensamientos negativos tanto como sea posible, especialmente en el momento de desnudarse. Hay que procurar enfocarse en los aspectos positivos.
4. No tomes un antihistamínico: no sólo muchos de estos medicamentos provocan somnolencia sino que además se dedican a secar los conductos del cuerpo, como la nariz y otros.
5. No utilices un cepillo de dientes eléctrico: los expertos aseguran que sus cerdas pueden provocar micro heridas en las encías y estos expone a las personas ante las enfermedades de transmisión sexual al practicar sexo oral.
6. No hables de tus deudas o facturas a pagar: el factor económico puede arruinar en un instante el humor sexual de ambos.
7. No olvides el lubricante: no todo el mundo lo necesita pero tenerlo a mano puede evitar una áspera fricción con la que no se contaba.
8. No bebas demasiado: el alcohol afecta el cuerpo, provoca hinchazón y afecta la capacidad de alcanzar el orgasmo.
9. No comer una comida muy pesada o picante: hay que pensar en el sexo como de un entrenamiento físico se tratara. No hay que comer grasas y aquello que nos caiga “pesado” según cada metabolismo.
10. No esperes para buscar el preservativo: tenerlo a mano te evitará una tensa espera que puede arruinar el climax del momento.

Eyaculación precoz

La eyaculación precoz es un incómodo problema para los dos miembros de una pareja y es mucho más común de lo que ellos creen, los motivos por los que aparece este problema pueden ser muchos. 
Pero lo primero que debemos pensar cuando empecemos a notar sus síntomas, es que la eyaculación precoz es un problema que tiene solución. Cuando empieces a notar los síntomas de la eyaculación precoz, acude a un médico cuanto antes. El podrá diagnosticártela y ayudarte a saber cuál ha sido su origen. A veces, el motivo que ha causado la disfunción eréctil es una cuestión psicológica mientras que otras veces es un problema físico. Aunque no existe una fórmula mágica para curar la eyaculación precoz, la mayoría de terapias se basan tanto en el tratamiento físico como en el psicológico.
Además de acudir a un médico para consultarle tu problema, hay algunos remedios caseros que pueden ayudarte a evitar la eyaculación precoz y hacer que vuelvas a sentirte cómodo y seguro al mantener relaciones sexuales con tu pareja. Estos son algunos remedios naturales para tratar la eyaculación precoz:
1- Revisa tu alimentación: Como ya hemos dicho, puede que tu problema se deba a un problema físico de salud. A veces, este problema está relacionado con nuestra alimentación por lo que, si empiezas a notar síntomas de la eyaculación precoz, reflexiona sobre tu dieta y sobre si estás comiendo correctamente. Si crees que no, cambia tus hábitos alimenticios y empieza a comer de forma más saludable y evita comer demasiadas grasas saturadas.
2- Hacé ejercicio: El sedentarismo no es bueno para casi nada, y también puede influir en este problema. Para completar tu nuevo estilo de vida saludable, comienza a hacer ejercicio, aunque sea caminar un rato cada día. Esto, junto a una buena alimentación, no solo contribuirá a mejorar tu problema de eyaculación precoz si no que también te ayudará a prevenir otras enfermedades.
3- Alimentos recomendados: Existen alimentos concretos que están recomendados para frenar la eyaculación precoz. El ajo, la avena o el atún con mayonesa se conocen como alternativas naturales al viagra, por lo que pueden ayudarte con tu problema. También hay infusiones que pueden serte de ayuda para solucionar este problema. Las más recomendadas son la pasiflora, la manzanilla, la biloba o el ginkgo.
4- Ni alcohol ni tabaco: Si fumas y bebes a menudo, la primera medida que debes tomar para solucionar tu problema de eyaculación precoz es dejar atrás estos dos hábitos. Además de ser nocivos para la salud, también lo son para este problema en concreto ya que dificultan la circulación sanguínea, afectando directamente a la erección.
5- Ejercicios musculares pélvicos: Proponte esta especie de entrenamiento para mejorar las erecciones y realízalo cada día. Se trata de contraer y soltar los músculos de la zona pélvica para ejercitarlos y que tengamos un mayor control sobre la erección. Poné una toalla caliente sobre el pene. Este truco ayuda a que el pene adquiera más flexibilidad y también a que se relaje y se descontracture. Consiste en poner una toalla de algodón caliente sobre el pene antes de empezar a realizar los ejercicios físicos.
6- Técnicas de relajación: A veces el problema de la eyaculación precoz viene por la ansiedad o la preocupación que nos supone estar a la altura en el acto sexual. Para que esto no ocurra y consigas afrontar tus relaciones sexuales de forma relajada y sin presiones, aprende técnicas de relajación que puedas poner en práctica en cualquier momento y que te libren del estrés que te supone tener relaciones sexuales.
7- Trucos durante el coito: Cuando llegue el momento del coito, aplica algunos trucos para disminuir la excitación sin perder la erección. Por ejemplo el truco de interrumpir el coito y hacer un pequeña pausa. Comienza y para varias veces y así conseguirás retardar la erección. También puedes ponerlo en práctica durante la masturbación.
8- Probar distintas posturas: Prueba distintas posturas, quizás haya otras que no te exciten tan rápidamente y con las que te sea más fácil mantener la erección durante más tiempo. Puede que estés practicando siempre la misma o no sepas si tu problema continuará cuando practiques sexo de otra forma. No todas las posturas nos excitan de la misma forma.
9- Hablá del problema: Si tienes pareja estable, el/ella se está viendo afectada igual que tú por el problema, por lo que no evites hablar de ello. Habla de lo que te ocurre y no hagas que se convierta en un tema tabú en la pareja, ya que podría acabar con la relación. Ábrete a el/ella y hazle saber que estás dispuesto a buscar ayuda para solucionar tu problema. Tampoco tengas miedo de hablar con algún amigo con el que tengas confianza. Aunque creas que estás solo en esto, hablarlo con otros hombres te hará ver que es un problema más frecuente que lo que creías y que, afortunadamente, tiene solución si te ocupas en buscarla. Si lo prefieres, puedes acudir a un terapeuta para hablar del problema y de cómo te sientes respecto a él. Tu pareja te agradecerá que hagas todo esto.
Si llevas tiempo preguntándote cómo evitar la eyaculación precoz y preocupado por este problema, empieza a poner en práctica estos consejos y trata de no sentirte mal por ello. Si ves que con estos métodos tu problema no desaparece, no dudes en acudir a un especialista, recuerda que tiene solución. Gracias por las mil visitas en este primer mes y hasta el próximo post.

Medida del pene

¿Cuántas veces hemos oído decir que el tamaño no importa?, pero debo decirte que esto no es cierto. A los hombres sí les importa, y mucho, el tamaño de su pene. Por eso, siempre que tienen la oportunidad de hablar de ello, lo hacen añadiéndole unos centímetros de más. Y no lo digo yo, lo dice un estudio en el que han participado miles de hombres.
El estudio llamado World Penis Average Size Studies Database ha confirmado que los hombres suelen exagerar al hablar de las medidas de su miembro viril, tanto en reposo como en erección.
Los investigadores responsables de realizar este estudio preguntaron de forma oral a miles de hombres sobre el tamaño de su pene. Lo que no sabían es que tras la respuesta serían medidos para contrastar su respuesta con la realidad. El resultado sugería que los hombres, de media, añadían un centímetro más a la medida de su pene, en erección y en reposo. Al parecer, los hombres latinoamericanos superan esta media, ya que solían añadir entre un centímetro y medio y dos al tamaño real. Lo ¿normal? Son unos 15 centímetros erecto, si tú dotación es superior mucho mejor, te preguntarás en que influye? Para una mejor experiencia sexual lo ideal es contar con esa medida (o más) por un grosor de 5 cm o más… a disfrutar!