Versatilidad

Como decir conocer un extremo sin conocer el otro, como saber lo que funciona mejor en un extremo, sin haber experimentado lo que funciona mejor en el otro, es algo que por muy simple que parezca, lleva una gran sabiduría detrás, y no es que uno no pueda definirse en la vida, es más que natural tener preferencias, sin embargo, la definición de esas preferencias se da con el conocimiento pleno de lo opuesto, y además, una constante exploración del otro extremo para que tu gusto y convicción, sigan vivos con conocimiento de causa.

Bajémoslo al terreno sexual, ¿te puedes decir ser un gran activo o un gran pasivo sin haber jamás experimentado lo que se siente penetrar o ser penetrado?, ¿puedes realmente afirmar el saber que mover, como hacerle, sin que jamás lo hayas experimentado?

Muchos críticos afirmarían que entonces debería aplicar lo mismo a la sexualidad, ¿cómo saber ser gay sin haber probado no serlo?, y hasta cierto punto, también tendrían razón, es más fácil para el ser humano encasillarse en algo, ya que aporta seguridad y certidumbre, aún cuando ese algo, quizá no es lo mejor o no necesariamente se adecue a sus gustos y preferencias. Así que me atrevería a decir que en efecto, tienen razón, no se puede saber si uno es gay, sin haber probado lo que es ser heterosexual y de igual manera no se puede realmente saber si uno es heterosexual, sin haber probado ser gay. La razón por la que esto no sucede de esta manera, son meros convencionalismos, no educamos hijos con la libertad de explorar para poder elegir.

Y de nuevo, lo mismo aplica para todo en la vida, por ello la gran sabiduría de la versatilidad, la versatilidad te deja ver el panorama completo, sin restricciones, te plantea todas las opciones y te deja explorarlas, y con esa exploración, llega la definición, incluso una definición que puede cambiar conforme se de más exploración gracias a la misma versatilidad.

Sin duda, me inquieta cuando veo a alguien limitarse en roles, sea en el terreno que sea, sin embargo, entiendo y respeto que la libertad incluso te deja hacer eso, limitarte a ti mismo, de eso se trata, aunque sigo firmemente convencido del valor extremo de la versatilidad.

Relaciones abiertas

Es bien sabido que una relación abierta es aquella en la que las partes pueden interactuar con terceros de distintas maneras, incluyendo la sexual y la afectiva, depende del acuerdo que se tenga, ya que de igual manera, cada relación abierta es diferente.

Para tratar de entender las relaciones abiertas, tendríamos que entender las cerradas, y el porqué la monogamia ha prevalecido a través de la historia del hombre, hay quienes afirman que la monogamia no existe y no es mas que un constructo social, y a quienes, incluso hipócritamente la defienden a morir. No me voy a poner moralino con este tema, no intento calificar algo de bueno o malo, simplemente de que si funciona o no, y aún con esto, estoy siendo muy aventurado en pensar que puedo encontrar una fórmula universal, cuando es algo tan particular.

A pesar de que entiendo que el hombre es en algunos casos hiper sexual, y eso lo lleva a querer experimentar y probar distintas cosas, también tenemos que aceptar que somos territoriales, entonces ahí nace el dilema, cómo equilibrar ambas cosas. En realidad, creo que no se puede, al final de cuentas una de las dos tendrá que ceder. Lo más importante es ser lo suficiente maduro para decidir cual de las dos es más importante y vivir con la decisión que se haya tomado.

Todo dependerá de las personalidades de las partes involucradas, como las relaciones abiertas por lo regular parten de una relación de dos, es importantísimo que ambas partes estén en sincronía, ya que suele pasar que solo es una de las dos partes la que lo quiere y el otro termina cediendo, si así pasa, el experimento nació muerto.

El consejo que les daría si ambos dijeron que si por convicción y se subieron al barco, es que disfruten del viaje, seguro habrá tormentas y momentos de mucho placer, pero ya arriba, hay que vivirlo y no estarse quejando de lo que conscientemente decidieron hacer.

Y para los que decidan no subirse al barco, pues también disfrútenlo, hay tantas cosas que vivir en pareja que luego por siempre estar queriendo más y más, las damos por sentado y no las vemos, la vida sin duda está llena de cosas que compartir, y si son afortunados y tienen un cómplice con quién hacerlo, háganlo y no aminoren lo que seguramente tiene más valor del que le dan. En ocasiones parecemos un barril sin fondo y se puede perder todo por nada.

Todo estará en la decisión, y la decisión será la mejor, primero, si se conocen lo suficiente para saber que puede pasar en un caso y el otro, y luego, si conocen, respetan y admiran lo suficiente a su pareja, para respetar lo que él realmente quiere, y por último, tener la madurez y el amor para tomar una decisión conjunta y enfrentar las consecuencias.

Al final de cuentas, se trata de vivir la vida.

Echarse un polvo

¿Quíen no lo ha dicho alguna vez? Sí, puede parecer despectivo o desubicado, pero en la urgencia del deseo sexual, en la confianza de la intimidad de la pareja, en el habla cotidiana, es una frase muy común. ¿O acaso le vas a decir a tu pareja algo como ‘Tengamos sexo’ o ‘Amémonos’? No, la invitación normal es ‘¿Nos echamos un polvito?’

Hay quien sostiene que sería una frase derivada de otra, aquella que sostiene que “del polvo venimos todos y allí regresaremos”. Pero por suerte, hace mucho tiempo que la gente dejó de pensar en el acto sexual como mero instrumento para la reproducción de la especie y le dimos más importancia al placer que a la supervivencia de la humanidad.

El libro publicado hace unos años en España por Astiberri ediciones, “Con dos huevos, Glosario ilustrado de las expresiones más castizas” de Héloïse Guerrier y David Sánchez podemos leer una explicación más ‘científica’: “Echar un polvo: mantener relaciones sexuales. ‘Hacía meses que no ligaba y ¡por fin eché un polvo!’ El modismo provendría de la costumbre extendida entre la alta sociedad de los siglos XVIII y XIX de inhalar por la nariz el tabaco de polvo, llamado rapé. El caballero se retiraba a otro cuarto para tal propósito, excusa que se solía aprovechar para mantener encuentros sexuales furtivos. Por extensión, “echar un polvo” acabó adquiriendo ese significado.

Pero ¿por qué era necesario irse a otro cuarto para esnifar rapé? Es que el tabaco en las fosas nasales generan irritación y provoca estornudos que molestaban a las personas que no tenían esa costumbre, por eso se optaba por ir a otra habitación, como ahora cuando se “sale a fumar” al aire libre o a un espacio determinado para fumadores.

Este momento de salir del lugar donde estaba la reunión era una excusa perfecta para que las parejas o los infieles pudieran ausentarse e ir a otro cuarto para mantener relaciones sexuales durante las fiestas sin levantar sospechas. Por eso, se asocia la olvidada costumbre de aspirar rapé, comentada como “van a echar un polvo” con mantener relaciones sexuales.

Silenciosos

Los gemidos es una de las diferentes formas de manifestar el placer que estás sintiendo durante una relación sexual. Pero en algunas ocasiones, tenés compañía en casa y vos y tu pareja quieren prevenir que los «ruidos molestos» incomoden a los invitados.

Ahí es donde entra en juego el «sexo silencioso», una manera distinta de conectar con tu pareja. En este tipo de encuentro sexual el lenguaje corporal, el contacto visual y las señales somáticas son las herramientas para transmitirle al otro lo que se desea o te gusta.

Los sexólogos comparan ese tipo de relaciones íntimas con compartir un secreto con tu pareja, con un potencial excitante muy elevado.

Pese a los beneficios, a algunas personas les puede costar mantener sexo de forma silenciosa. Una de las maneras de lograrlo es elegir posiciones sexuales que eviten movimientos bruscos y que faciliten poder reprimir a gritos.

Máximo placer al mínimo volumen

– Cucharita: en esta postura en la que uno se encuentra delante y el otro detrás tumbados permite una penetración profunda sin necesidad de mucho movimiento. Asimismo, las manos están libres para poder estimular otras zonas de la pareja.

– Cabalgata: él arriba mientras el hombre está tumbado. Si se lleva a cabo de forma lenta u oscilante, esta postura también es una gran aliada para tener sexo silencioso, además de que permite un contacto visual y el acceso a otras zonas erógenas del cuerpo.

– Estilo perrito: si esta postura se lleva a cabo despacio se puede disfrutar de las múltiples ventajas que ofrece, como una penetración profunda y ángulo ideal para la estimulación del punto G, pero además permite taparse la boca de una manera fácil en el caso de ser necesario.

– El Ohm: ambos sentados mientras el que se encuentra arriba rodea las piernas del otro. Otra postura que no requiere de mucho movimiento y que permite el contacto visual y se tienen las manos libres para estimular otras zonas erógenas.

– Arrodillados: en esta posición no hay empuje intenso y además se puede llevar a cabo en cualquier parte con mucha comodidad, por lo que si tenés una cama ruidosa o incluso debés compartir habitación, podés escaparte un rato al baño en plena noche y dar rienda suelta a la pasión.

– Misionero: la clásica postura sexual que no podía faltar en esta lista. Como el resto de las enumeradas anteriormente, no es necesario un movimiento brusco para obtener placer y es una de las posiciones más cómodas para besarse durante el coito, lo que asegura el silencio durante el acto.

Diferencia entre el porno y el sexo real

No podemos negar que el consumo de porno gay es una realidad en el día a día de muchos hombres gay, y siempre estará el debate sobre que tan bueno es para tu salud sexual el consumirla de forma regular, por eso de que altera la realidad, creando expectativas irreales sobre tu sexualidad (muy acertado por cierto).

Por eso, hoy nos dimos a la tarea de ver cuales son las principales diferencias entre el porno gay y el sexo real, para que lo tengas presente, y puedas distinguir la realidad de la fantasía.

Cualquier hombre heterosexual es fácil de seducir
No importa si está casado, si tienen novia, sea quien sea, heterosexual o no, es súper fácil de ser seducido, algo que muchos gays se lo creen, pensando que en realidad no existe el hombre heterosexual, solo depende de la cantidad de alcohol que haya ingerido.

Nadie usa Poppers
Seamos realistas, nadie aguanta, ni se dilata lo que se dilatan en escena si no usan poppers, es más las erecciones del pasivo disminuyen, justamente por eso.

Las erecciones duran por siempre
Lo que nunca se ve, es a los encargados de mantener la erección de los actores, quienes detrás de cámaras usan Viagra y otros métodos para que la erección dure mucho tiempo.

No necesitan usar lubricante
Si viviésemos en el mundo del porno gay, el ano mágicamente se abre para que el pene entre fácilmente, el lubricante, simplemente no existe, ¿verdad o fantasía?

El reflejo nauseoso no existe
Los hombres somos como las serpientes, podemos tragar lo que sea y jamás habrá un reflejo.

Todo policía, bombero, soldado o cualquiera en uniforme es gay
Al parecer no hay nada mas que un hombre gay ame que a otro hombre en uniforme, y esta fantasía se lleva al extremo en donde todo uniformado es gay.

Los pasivos no necesitan un descanso
El pasivo es incansable, no hay necesidad de descanso o cambiar de posición, le puede dar duro por horas y no pasa nada.

Los condones no existen o aparecen mágicamente en el pene
A ver, los condones existe, y son algo que todos tenemos que usar, y aunque queramos, no es algo que mágicamente aparezca en nuestro pene, nos lo tenemos que poner.

Todo hombre es contorsionista
Cualquier hombre es el equivalente a un muñeco inflable que se estira, dobla y se mueve sin problema alguno, ni dolor, sus extremidades pueden ir a donde sea.

Los activos pueden bombear por 45 minutos seguidos
Las estrellas porno son los atletas olímpicos del sexo, pueden durar lo que sea, sin ningún esfuerzo.

Todo hijastro gay ha tenido sexo con su padrastro
Hay tanto incesto en el porno gay, que los gays se lo están comenzando a creer y cada vez más hombres buscan sexo incestuoso…. mmm.

Todo hombre es versátil
Si esto fuese cierto en la vida real, dejarían de existir la mayoría de los problemas que tiene el hombre gay, ser activo o pasivo, todos seríamos versátiles… sería el mundo ideal.

Todos tienen penes grandes
Solo existe una medida, la enorme… y punto. En la vida real, pocos tienen los tamaños de los hombres que vemos en la pornografía gay, y esto también causa enormes problemas para la vida sexual de las personas.

Nadie usa ropa interior
La clásica escena en donde el doctor seduce a su paciente luego de hacerle un examen anal, se quita la bata o su traje médico y debajo, cero ropa interior. ¡Nadie la usa!

Cualquier masajista tendrá sexo contigo
El porno ha terminado con los masajes profesionales, si un hombre te va a dar un masaje, asumes que habrá final feliz, o al menos, tú estarás los suficientemente excitado para esperarlo.

Pueden leer la mente de sus parejas
Las parejas del porno gay, jamás se comunican, jamás dicen más fuerte, más suave, cambia de posición, mágicamente leen la mente del otro, y listo, lo hacen.

A todo el mundo le gusta que te vengas en su boca o en cualquier parte
Se entiende la lógica de que se busca ver la venida, sin embargo, no siempre uno se viene en donde se pueda ver.

Todo el mundo es gay, si le llegas al precio
Aparentemente cualquier hombre heterosexual tiene un precio, y este dependerá si quieres que sea activo o pasivo. Tristemente esto se ha hecho tan real, que hasta los hombres heterosexuales se la han creído y ahora los ves en apps de sexo buscando clientes.

No hay toallas en ningún lado
El sexo entre dos hombres requiere de muchas toallas, tienes que limpiar el lubricante, el semen, y otras cosas menos agradables de describir, pero en el porno gay, no hay problema, todo se limpia mágicamente.

Como verán, son muchas las diferencias, el problema es que estas diferencias terminamos dándolas por hecho y creemos que la vida real es así, creando expectativas irreales de lo que debería de ser nuestra sexualidad y nuestras parejas, encontrando solo infelicidad, incomprensión e insatisfacción. Es ahí en donde me pregunto, ¿realmente valdrá la pena utilizar ese facilitador al momento de masturbarte?

Bisexualidad

La orientación bisexual es objeto de muchos mitos y prejuicios. Tanto dentro como fuera de la comunidad LGBTQ+, hay quienes afirman que los hombres bisexuales no existen, sino que son gays que se niegan a aceptar su homosexualidad. Sin embargo, los estudios existentes sobre la bisexualidad indican otra cosa.

Trece investigadores de distintas universidades consideraron que ‘esta controversia puede resolverse usando respuestas objetivas de los genitales de hombres a estímulos eróticos masculinos y femeninos’. Y esto es lo que encontraron:

Orientación sexual no es dicotómica

El estudio titulado ‘Amplia evidencia de la orientación bisexual entre hombres’, publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, retomó una base de datos de otras ocho investigaciones sobre bisexualidad.

Dicha base de datos integra información sobre más de 500 hombres cisgénero de Reino Unido, Estados Unidos y Canadá a quienes se les mostraron imágenes eróticas tanto de hombres como mujeres, colocando un sensor en el pene para medir su respuesta.

Con base en la evidencia recabada, el estudio sobre la bisexualidad reveló que ‘la orientación sexual de los hombres se expresa más como un continuum que como una dicotomía’. Es decir, que no sólo hay hombres homosexuales y heterosexuales.
También hay hombres bisexuales. Además, dentro de esta categoría existen variaciones.

Hay bisexuales que se sienten más atraídos hacia los hombres, pero también hay quienes se sienten más atraídos por las mujeres. E incluso hay quienes se sienten igualmente atraídos por ambos sexos.

Del total de hombres que participaron en el estudio, 178 se identificaron como ‘exclusivamente heterosexuales’. En contraste 139 se identificaron como ‘exclusivamente homosexuales’. No obstante, lo interesante es que entre ambas categorías hay varios matices. Por ejemplo: 102 se identificaron como ‘mayormente heterosexuales’ y 70 como ‘mayormente bisexuales’. Pero 34 se identificaron como bisexuales, 46 como ‘bisexuales mayormente heterosexuales’ y 37 como ‘bisexuales mayormente homosexuales’.

Hombres heterosexuales pueden fantasear con otros hombres

Por otro lado, una de las conclusiones de este estudio sobre bisexualidad es que incluso los hombres heterosexuales pueden sentirse sexualmente estimulados por otros hombres:‘Algunos hombres tienen fantasías que involucran a otros hombres, pero no se sienten atraídos hacia ellos’.

Esto es consistente con otros estudios sobre bisexualidad, como el realizado en las Universidades de Cornell y Essex. Este postula que la heterosexualidad y homosexualidad absoluta no existen. O dicho de otro modo, todos los seres humanos son en cierta medida bisexuales, con distintos grados de atracción hacia cada sexo.

Dicha investigación midió la dilatación de pupilas —reacción involuntaria— ante estímulos sexuales masculinos y femeninos. Como hallazgo, encontraron que todos los hombres, incluídos los heterosexuales,presentaron reacciones cuando les proyectaron imágenes de hombres desnudos.


Del mismo modo, todas las mujeres, incluídas las heterosexuales, reaccionaron a imágenes de mujeres desnudas. La diferencia es que las mujeres hablaron más abiertamente sobre su bisexualidad. En contraste, los hombres fueron más reticentes a aceptarla.

De cualquier modo, el dato incontrovertible que arrojan los estudios sobre la bisexualidad es que esta existe como una orientación propia, y que de hecho es más común de lo que muchos están dispuestos a admitir.